Estupidez y Tecnología

Creemos

En el instinto

Creamos

Con tecnología

Conectamos

Instinto y lógica

Aceleramos lo obvio

Aceleramos lo obvio
La estupidez humana siempre estuvo primero, nos tropezamos, la cagamos, nos enamoramos de la persona equivocada.

Eso es lo que le da sabor al invento.

Sin nuestra torpeza, la tecnología sería un bloque de metal frío, sin cigarro, sin poesía, sin ganas de joder.
Por eso hay que reír cuando dicen que la inteligencia artificial va a reemplazarnos.



¿Reemplazar qué?

¿El caos? ¿La contradicción? ¿La belleza de hacer mierda una idea para que otra nazca en su lugar?

La máquina no sabe de eso.

Solo sabe de números y obediencia. La verdad es que lo que necesitamos no es más perfección, sino más
humanidad torpe.



La IA para el trabajo repetitivo,
la estupidez humana para las grandes locuras.

Juntas hacen magia.


Siete Tías es eso.

La máquina trabajando como un obrero silencioso,

y el humano manchando de vino el brief,

gritando una idea absurda que resulta ser genial.

Ahí nace la publicidad que no se olvida.

La que golpea primero y después te abraza.
El resto es solo ruido corporativo.